Semana 5
Libertad de expresión y DDHH
Circulación de la información
Hola!
Bienvenidos a la primera clase de la Unidad 2,
Principios rectores. El derecho internacional de los derechos humanos.
Los temas de la Unidad 1 fueron elegidos para reflexionar acerca del mundo en el que estamos, cómo funcionan sus nuevas lógicas de producción y consumo, el impacto de los cambios tecnológicos en los procesos políticos, sociales y culturales, como así también sobre los cambios en el ejercicio de nuestra profesión.
Los OBJETIVOS de la UNIDAD 2 apuntan a:
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Reconocer la importancia de los procesos históricos, políticos y sociales que han influido en la legislación vigente sobre la libertad de expresión
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Comprender la importancia de la comunicación en la construcción de los estados democráticos modernos.
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Reflexionar sobre los principios jurídicos y el marco constitucional para el ejercicio del derecho a la comunicación.
Para alcanzar dichos objetivos organizamos los contenidos en 3 clases que proponen un foco mayor en aspectos legales y jurídicos que regulan la libertad de expresión y las condiciones de producción de la información en la etapa actual del desarrollo económico, político y social de la primera sociedad red planetaria de nuestra historia:
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El derecho internacional de los DDHH y las condiciones para la circulación de la información en el mundo de la postguerra analizadas en el Informe MacBride, hasta llegar a sus derivaciones actuales en un entorno de convergencias tecnológicas.
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Los principios constitucionales y Leyes de la Nación Argentina que afectan el derecho a la comunicación y la libertad de expresión y, finalmente,
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Las industrias culturales entendidas en su doble dimensión: a) como productoras de bienes económicos y creadoras de fuentes de trabajo por un lado y b) como fuente generadora de valores simbólicos que construyen y preservan diversidad de expresiones culturales.
Creemos firmemente que el abordaje comprometido de estos temas tendrá incidencia en los futuros estándares de calidad de nuestra profesión, por lo la cual los animamos a aportar al debate colectivo de los temas en cuestión.
Los contenidos de esta primera clase de la Unidad 2 se agrupan en dos grandes bolques temáticos:
* DIMENSIÓN HISTÓRICA DE LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN y su reconocimiento como un elemento fundamental de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, su emplazamiento como cimiento de las libertades democráticas que permiten el derecho a intervenir en la vida política, social y cultural de las naciones.
* CIRCULACIÓN DE LA INFORMACIÓN Y LA COMUNICACIÓN, problemática que abordaremos desde el informe encomendado por la UNESCO a la Comisión presidida por Sean MacBride, denominado Un solo mundo, voces múltiples.
Les deseamos que disfruten la Unidad y se apropien de los temas y textos elegidos, al tiempo que les reiteramos nuestra disposición para acompañarlos en este recorrido.
Saludos cordiales.
La Cátedra.
Dimensión histórica de la libertad de expresión
La libertad de expresión es un elemento fundamental de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y se la considera como el cimiento de las libertades democráticas, como el derecho a intervenir en la vida política, social y cultural de las naciones. Para profundizar en esta valoración vemos necesario dar cuenta del origen y la implicancia de los derechos humanos en su vinculación con la comunicación.
El texto de los profesores Lazzaro y Rossi que se incluye en el Cuadernillo 2 plantea que para el ejercicio de la libertad de expresión resulta crucial el acceso a los medios de comunicación social porque proporcionan la plataforma pública mediante la cual se ejerce efectivamente este derecho. Este trabajo, además, nos interpela a pensar la libertad de expresión en términos amplios e inclusivos: no sólo desde el derecho al acceso a los contenidos mediáticos sino también en la posibilidad de participar en la producción de los mismos; a entender que este derecho y tales principios se refieren a todas las plataformas mediante las cuales se desarrolla la comunicación como actividad humana, especialmente en Internet.
Derecho internacional de los Derechos Humanos
Los debates internacionales en torno al Derecho a Comunicar presentan tres grandes momentos:
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la Declaración Universal de Derechos Humanos (1948),
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el Nuevo Orden Mundial de la Información y la Comunicación NOMIC (1973-1989, con el Informe McBride como hito en 1980) y
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la Cumbre Mundial de la Sociedad de la Información (CMSI), en sus dos fases de Ginebra en 2003 y Túnez en 2005, organizada en el ámbito de las Naciones Unidas.
Esta última etapa tiene como eje ―la búsqueda de criterios para la adopción de nuevas tecnologías, en particular Internet, con el objeto de poder paliar la brecha digital. (De Charras, Lozano y Rossi, 2012, p. 39).
Estos principios son precisados en diversos organismos internacionales y regionales en los años siguientes, los cuales se expresan luego en las políticas públicas del sector a nivel nacional y adquieren un desarrollo y características particulares en cada país al cristalizar el equilibrio de poder entre el gobierno, la industria y la sociedad civil en un momento histórico y en un lugar específico (van Cuilenburg y McQuail, 2003).
FUENTE: María Inés Baladrón, 2018.
Pactos internacionales y sujetos jurídicos
A mediados del siglo XX, luego de las masacres cometidas durante la Segunda Guerra Mundial, se hizo imprescindible establecer acuerdos entre los Estados para garantizar los derechos fundamentales de todas las personas, sin discriminación entre ellas por ningún motivo (político, étnico, religioso, etc.). Esto se vio plasmado en la sanción de la Declaración Universal de los Dere-
chos Humanos y en la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, ambas de 1948. Estas proclamas establecieron la fundación de dos entes supranacionales como la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la Organización de Estados Americanos (OEA), respectivamente.
A partir de estos hechos históricos surgió lo que se denomina Derecho Internacional de los Derechos Humanos y que significó “una redefinición de la soberanía estatal” (Rey, 2015). Los Estados, si bien continuaron teniendo el derecho de tomar sus propias decisiones al interior de sus fronteras, asumieron un compromiso internacional de respeto por los derechos de las personas, a partir de una interpretación jurídica como la que se desprende de las declaraciones mencionadas y de las convenciones que luego se firmaron como el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos –ONU, 1966y el Pacto de San José de Costa Rica -OEA 1969, entre otros.
Desde este enfoque, las personas son sujetos de derecho y, lejos de perspectivas asistencialistas, tienen la potestad de reclamarle a los Estados “determinadas prestaciones y conductas”, a través de los mecanismos de exigibilidad establecidos por los diversos tratados que cada nación suscribe (Abramovich, 2004).
En este sentido, los Estados se encuentran obligados a implementar las políticas pertinentes para lograr “una plena realización de los derechos civiles, políticos y también económicos, sociales y culturales” (Ibíd.).
La comunicación como derecho fundamental
En lo que refiere específicamente a la comunicación, esta se presenta como un derecho humano a raíz de su consideración como una necesidad básica de toda persona para desenvolverse socialmente. Tanto en su faz individual como en términos colectivos, los sujetos requieren acceder a la información y expresarse libremente.
Esta idea supone, para la Corte Interamericana de Derechos Humanos (1985), que la circulación informativa es la “piedra angular en la existencia misma de una sociedad democrática”. Es decir, que si la opinión pública no está “suficientemente informada”, no hay posibilidad de desarrollo pleno de las personas y de las organizaciones que la integran.
La concepción de la comunicación[1] como un derecho es el producto de un devenir de hechos y desarrollos teóricos que se han enriquecido a lo largo del tiempo. Soria (1987) distingue cuatro etapas históricas que permiten reponer el despliegue del concepto de libertad de prensa hacia la noción de derecho a la información: desde de la idea de una facultad que no se le debe negar a los individuos hasta a una concepción que supone obligaciones positivas para los Estados.
En su devenir, la libertad de prensa fue asimilada primero a la discrecionalidad de las monarquías. Y luego, a la posibilidad empresarial de constituir empresas periodísticas asimilando la información con una mercancía. El público, por lo tanto, se convirtió en un mero “consumidor” (Ibíd.). Pero esta perspectiva fue cambiando en el tiempo, dando lugar sucesivamente a una dimensión profesionalista, centrada en el rol del periodista. Para culminar finalmente en la dimensión universalista, que considera que la información pertenece al público. En este sentido, la Declaración de Derechos Humanos del 10 de diciembre de 1948, describe por primera vez, en su artículo 19, lo que luego se denominará como derecho a la información y se refiere “a todo hombre, a toda persona física, sin excepción, y, por extensión, a toda persona jurídica”. Toda persona, a través de cualquier medio, es titular del derecho a la información.
(1) Para una mayor profundización acerca de la libertad de expresión y el derecho a la comunicación en términos conceptuales y en cuanto a su regulación, ver Fiss (2011), Loreti y Lozano (2014) y Porto (2016), entre otros.
De la libertad de expresión al derecho a la comunicación - Cuatro etapas históricas
SORIA, Carlos. Más allá del capitalismo informativo (1984)
Las expresiones culturales como manifestación de la libertad de expresión
En 2005, la Convención sobre la Protección y Promoción de la Diversidad de las Expresiones Culturales de la UNESCO estableció en su artículo 2 que:
“Sólo se podrá proteger y promover la diversidad cultural si se garantizan los derechos humanos y las libertades fundamentales como la libertad de expresión, información y comunicación, así como la posibilidad de que las personas escojan sus expresiones culturales”.
Tales principios se refieren en el presente a todas las plataformas mediante las cuales se desarrolla la comunicación como actividad humana, especialmente en internet.
Circulación de la información y la comunicación
El INFORME MacBRIDE
"Un solo mundo, voces múltiples"
La elaboración de un diagnóstico realizado por una comisión de investigadores de diversos países, denominado “Un solo mundo, voces múltiples. Comunicación e información en nuestro tiempo”, presentado en 1980 en el marco de la Conferencia General de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), dio cuenta de los fuertes desequilibrios “en la abundancia de las noticias y la información” en relación con los países en vías de desarrollo, y la afectación que esto tenía respecto del derecho “a la identidad cultural” (MacBride y otros, 1987).
El informe, que también desarrolla la afectación de la concentración del capital y de otros factores en la circulación informativa, puso en la agenda internacional la pregunta por el rol del Estado en torno a la comunicación y planteó una noción más abarcativa del derecho a la información, en cuanto a los diversos públicos, a su derecho de acceso a los contenidos mediáticos y a su capacidad de producirlos, entre otras cuestiones.
De su redacción participaron representantes de todo el mundo. En el caso de América Latina fueron el escritor colombiano Gabriel García Márquez y el abogado chileno Juan Somavia. Vale mencionar que luego de ser publicado, EEUU en modo de protesta, y también era uno de los principales aportantes del organismo,
decide retirarse de la UNESCO.
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La primera cuestión que interesa plantear del informe es que propone que “La comunicación debería promover y no frenar la diversidad y el pluralismo. La eficacia de las medidas encaminadas a mejorar la forma y el contenido de la comunicación dependen de las que tienden a hacer que la sociedad sea menos opresora y más equitativa, más justa y más democrática”.
Trabas que coartan la libre circulación de la información:
• Obstáculos, limitaciones y presiones “evidentes”. Aquí hablamos de censuras directas contra periodistas en los más diversos modos, incluyendo asesinatos de periodistas. También otro obstáculo claro es no permitir el acceso a la información pública.
• Obstáculos y trabas “no evidentes”: Que se manifiestan en forma de presiones y trabas económicas, por ejemplo en la asignación de pauta, el no otorgamiento de licencias para operar en medios, las fake news. Concentración de la propiedad de los medios y conformación de monopolios de información, infraestructuras inadecuadas, entre tantos otros obstáculos con los que debemos lidiar diariamente para tener una información veraz.
Unidireccionalidad de los flujos de información:
En pleno contexto en el que se debatía el orden mundial, se denunciaban las desigualdades entre países centrales y periféricos, el informe MacBride hizo visible la crítica de los países en desarrollo a la teoría de la “libre circulación” planteando que la libre circulación entre los fuertes y los débiles, los ricos y los pobres, ha tenido consecuencias nefastas para los segundos. Sentenció que la circulación de la información no es ni libre ni equilibrada. Para ser realmente libre, la circulación debe ser de doble sentido, y no de sentido único refiriéndose particularmente a la hegemonía de los países centrales en la concentración de los medios, el saber científico y tecnológico.
La unidireccionalidad de los flujos de la información deviene en homogeneidad cultural y concentración de la comunicación. Este proceso se observa en el contenido de los mensajes pero también en la elección de temas de la agenda informativa y los juicios de valor con los que se presenta y seleccionan las noticias. También, incluyendo aspectos no tan informativos menciona que hay unidireccionalidad respecto de la música y obras que se decide transmitir, en la elección de libros que se deciden traducir, por caso, el 60% de la comunicación científica en ese momento era en inglés.
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La corriente de información es de arriba para abajo. De los países centrales a los países periféricos. Lo que promueve una visión del mundo dominante que tiende a construir un ciudadano pasivo que no puede enunciar sus intereses y aspiraciones.
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Se promueve el consumismo. La creciente dependencia de los medios, públicos o privados, a la publicidad tiende a producir una mentalidad comercial en la que el consumo se vuelve un fin en sí mismo.
El informe denuncia desequilibrio de la comunicación:
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En Noruega 1 oficina de correo cada 1000 habitantes y en Ruanda cada 300 mil.
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El 80% de los teléfonos se concentra en EEUU y EU occidental. Los países socialistas y en desarrollo poseen sólo el 7%.
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El 70% de la población está en países en desarrollo y produce sólo el 20% del total de los libros.
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La radio los tres países que más servicios prestan son EEUU, URSS y Reino Unido.
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Hay 400 millones de Televisores en el mundo. La mitad en EEUU, 70 millones en la URSS, 26 M en Japón y 17 M en Reino Unido. Producir es costoso y los países en desarrollo deben importar producciones.
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Los habitantes de los países en desarrollo tienen que pagar más horas trabajo por los productos de la comunicación. Un TV cuesta 87 horas trabajo en EEUU y 1520 en Brasil.
Propuestas hacia un nuevo Orden Mundial de la Información y la comunicación (NOMIC):
Pero además de denunciar el informe también realizó algunas propuestas: Eliminación de los desequilibrios y desigualdades que caracterizan la situación vigente, eliminación de los efectos negativos de determinados monopolios, públicos o privados, y de las excesivas concentraciones. Remover de los obstáculos internos y externos para un libre flujo y más amplia y equilibrada diseminación de informaciones e ideas. Esto centralmente a partir de la pluralidad de fuentes y canales de información. De libertad de prensa y de información. Y, entre otros puntos, también se destaca el siguiente: Respeto a la identidad cultural de cada pueblo y al derecho de cada nación para informar el público internacional.
Los flujos de la comunicación con la irrupción de Internet
Empezamos a cerrar esta clase, si quieren ver más sobre el informe MacBride les sugerimos algunas lecturas en los anexos. Pero antes, otra pregunta:
¿En la actualidad esos flujos de la comunicación circulan del mismo modo que
hace 40 años cuando se redactó el informe MacBride?
Con la globalización de la tecnología, todo el mundo tiene acceso a todo tipo de información en línea. Eso es lo nuevo respecto del momento en el que se realizó el informe Macbride. La irrupción de internet que domina el espacio virtual e inmaterial donde convergen individuos y comunidades que transfieren y reciben información en tiempo real. Estos intercambios llamados flujos de información después se convierten en flujos de circulación por el entramado de las redes globales de información.
Un trabajo de tesis publicado en 2005 que retoma el análisis de los flujos a partir de algunos conceptos de Manuel Castell nos plantea que “estos flujos no son un elemento más de la organización social, sino por el contrario, son la expresión de los procesos económicos, políticos, sociales, simbólicos del diario acontecer de la sociedad. Por ello, la información se ha convertido en el ingrediente clave de la actual organización social y los flujos de mensajes, imágenes, sonidos y videos –los llamados multimedios- de unas redes a otras constituyen la fibra básica de nuestra estructura social actual”.
Por último, luego de ver algunos aspectos centrales del informe MacBride se comprende que los flujos de información no son neutrales. Al respecto, en una entrevista el periodista Julian Assange, dice que los flujos de información no es un fenómeno neutro en tanto se relaciona con el movimiento del poder a través de una sociedad. Para la autodeterminación -ya sea como grupo o como individuo- se necesita tener información veraz. El proceso de ser libre y de liberarse es el proceso colectivo e individual de asimilar nueva información sobre el mundo y de actuar sobre ella. Este mismo proceso es uno de los fundamentos de la civilización. En las comunidades, significa que tenemos que tener la posibilidad de comunicar entre nosotros mismos, de transmitir nuestros conocimientos y recibir los de los demás. La información es fundamental para nuestra posición de poder frente al mundo que nos rodea. Un público bien informado es un público empoderado y es un público libre.
Les compartimos material sobre el Informe MacBride para que puedan ampliar la lectura y nos despedimos con el siguiente mapa para que observen cómo circulan los flujos en la actualidad.
Materiales complementarios de lectura optativa
Material de cátedra
Guillemo Martín Murillo en Prezi,
actualizada 28 de Febrero de 2014
actividades a realizar
durante la semana
